"Pérdoname, no puedo hablar más alto.
No sé cuándo me oirás, tú, a quien me dirijo.
¿Y a caso me oirás?
Mi nombre es Triskel.
Te ruego que acerques tu oído a mi boca, por lejos que estés de mí, ahora o simpre. De otro modo no puedo hacerme entender por ti. Y aunque te avengas a satisfascer mi ruego quedarán bastantes secretos que tendrás que desvelar por tu cuenta. Necesito tu voz donde la mía falla. Mi nombre es Triskel.
Mejor sería decir: me llamo Triskel. ¿Pues quién, a parte de mí, me llama por mi nombre?
Me llamo Triskel.
¿Pero quién es yo-Triskel? ¿Soy solo una? ¿O soy dos y tengo las experiencias de aquella segunda? ¿Soy muchas? ¿Y todos los demás que son yo viven allí, fuera de aquel extremo y último muro? ¿Y todos ellos no saben nada de sus experiencias, nada de sus recuerdos, porque éstos no pueden quedarse afuera con ellos? Ah, pero con Triskel sí se quedan, viven con su vida, la acomenten sin compasión. Se funden con ella. Tira de ellos como de una cola que se arrastra interminable por las salas y habitaciones y sigue creciendo y creciendo.
¿O acaso os llega también algo de mí a los que estáis ahí fuera, a uno o a muchos, que sois uno conmigo como las abejas con la reina? ¿Me sentís, miembros de mi cuerpo disperso? ¿Oís mis palabras inaudibles, ahora o sin tiempo? ¿Acaso me buscas tú, mi otro? ¿A Triskel que eres tú mismo? ¿A tu recuerdo que está conmigo? ¿Nos aproximamos a través de espacios infinitos como estrellas, paso a paso e imagen por imagen?
¿Y nos encontraremos una vez, algún día o sin tiempo?
¿Y qué seremos entonces? ¿O no seremos ya? ¿Nos anularemos mutuamente como el sí y el no?
Pero entonces verás: yo he guardado todo fielmente.
Mi nombre es Triskel."
Michel Ende, con algunos retoques.